jueves, 11 de diciembre de 2008

El tiempo nos muda

Para ti que compartes conmigo tus cosillas y me haces feliz sin casi quererlo te hago esta reflexión.
El tiempo muda el sentimiento, hace unos años escribía algo a partir de un poema de Cátulo.
Hoy lo vuelvo a colgar retocado. Es lo mismo y es distinto luego os pego el viejo, el cambio es solo tuyo.

Mujer en tu recuerdo persisto y desespero.
El olor de tu piel, tu cuerpo.
De espaldas yazgo y me apasiono
erguido tu servidor te espera, dale asilo y posada.
Ven a mí y cabalguemos juntos
hagamos desbocarse la pasión. Seamos uno en la lujuria en el celo.
Tu recuerdo, aviva mi el antojo de recoger la rosa; que bajo el musgo tibio de tu vientre, planto Eros.
Pero ven completa como ser humano, con tus ideas, tus sueños, tus fracasos y tus celos.
Kasivirgen

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Una rosa ruber


La rosa es un flor escasa en mi jardín.

Y en el jazmín de tu cara florece con profusión... cuando te enfadas.

Cuando sientes vergüenza de eso que ahora piensas...

Cuando te sientes sexualmente amada...

Una boca entreabierta al deseo...

Una rosa mujer, rubor entre jazmines.

un beso nonato y un te quiero...

Una rosa y un beso, testigo de pasión, ahora te entrego con el calor que abrasa mis entrañas.

Kasivirgen


martes, 9 de diciembre de 2008

En la Roca Tarpeya Victorio Macho


El pelo recogido la, mirada serena nívea la piel y albo el cabello. Los brazos cruzados en una espera eterna paciente cincelada.
Un cuerpo de granito; que habla de una raza de mujeres sobrias de buenas castellanas...
Así te vio el hijo, y así te hizo, sentada. Con pie menudo y un rostro claro como ese mármol que sustenta tu mirada.
Miras hacia dentro porque nada parece que te importe. El hijo dio vida al bronce, lo hizo literatura, filosofía, medicina, y al mármol le dio alma...

Yo tuve una madre anciana y me gusta recordarla como esa, ideal serena calma firme en sus convicciones como la roca, como el granito, como el basalto, como la tierra... como su alma.

Kasivirgen

Y dime tú

El amor es al fuego como la distancia es al viento. El viento apaga el débil fuego y multiplica el incendio.

La distancia acaba con el amor pequeño y aviva la pasión hasta hacerla infierno.

Dime tu mujer ¿Cual es tu distancia? Cual es tu circunstancia; para saber si mi amor resiste la prueba de ese fuego.

Y si así fuese. Que un amor forjado tu me ofreces. ¿Seré yo? El yunque o el martillo o el fuego; que de temple a un amor nuestro y de acero...

Kasivirgen

lunes, 8 de diciembre de 2008

He vuelto

No espero a llegar a casa para tomar contacto con mi blog...
Han sido unos días, de relax. Buenos para el cuerpo y buenos para el alma.
Vasdelao, se ha entretenido en repasar sus cosas. Le vuelve loco el conocimiento y como se produce. Creo que anda leyendo Alquimias de la Mente de Jon Elster.
Un buen resumen de las emociones en sociedad, como se gestan y como se valoran. En fin cosas de Vasdelao que peca de reflexivo y filósofo... ¡Para lo que nos vale! Aún espera respuestas sobre determinadas conductas y su filosofía, algo que planteó ya en la sala hace tiempo.
Yo lo dejo en paz, a quien importa; si como escribía Hegel la dialéctica del amo y del esclavo es un problema de auto-conciencia.
Yo escribo de pasiones, de deseos de posesión y de entrega, lo mio es visceral animal puro. Para que necesito alma ni psicología. Que me importa el resultado, siempre lo vestiré de un modo agradable de autoengaño. Que me importa ser tan pobre que solo la imagen ante otros me sostiene, con eso basta, ni moral ni conciencia ni patrañas.
Yo soy yo y mis circunstancias yo soy yo y mis miserias. Así lo asumo así lo firmo.
Kasivirgen (he vuelto)