martes, 17 de noviembre de 2015

Trashumancia de sueños


Los caminos el polvo un sol transverso
por la estepa monegrina él
que fue pastor, que fue guardia jurado
y quincallero.

Ventero en un mesón, chamarilero
fue todo lo que imagina sin salirse
del papel trashumante de oficios
sin empleo ni sueldo ni beneficio

Como todas las tardes llaga al pueblo
recortado en la luz del oeste
al frente de su imaginaria hueste
pejugalero.

Los chiquillos le cantan
cantan en ruedo
Tomás Tomás que no las verás
las ovejas de tu arreo
Tomás Tomás una cabra y nada más

Tomás ríe y ríe la vista lejos
ves señala aquel polvo que baja
en la ladera son ovejas preñadas
de mi arreo.
Son casi mil mil madres dos mil
corderos.
Y sin apriscar un ganado ficticio

Se persigna en la iglesia y se mete
en el bar y se mete dos tintos mas
que palmeros.