viernes, 17 de enero de 2014

Razones de un poema (el anterior)



Se me llenó de invierno el tintero
grumos de nieve saturados de cieno
y aquilones con nieblas barrederas
que entierran los arcenes y aceras.
El cálamo currente  que atorado
ya no trotaba alegres primaveras
y las entrañas de risas ya vacías
hiberna la razón y la alegría.
Se me quedó aterido el corazón
que siempre lo usé de escribanía.