domingo, 12 de enero de 2014

El verso de ayer hoy es ya soneto




Tomaba ayer un verso  de Jacinto Polo de Medina aquel que a oxímoron  encierra Hermosa paz en encendida guerra y a partir de él yo engendraba una historia que hoy fina en soneto.


Hermosa paz en encendida guerra

un puñado de horas solitarias

mueven entre las hojas de mi libro

el recuerdo feliz aquellas calmas

paz del alma en tu sonrisa plena

autora de mi equilibrio eres

arrojando la luz en mi tiniebla

combatiendo las sinrazones  muertas

preciosa paz en enconada guerra

lid de pensamientos contrapuestos

que mi mente encierra.

Vuelve a mi vestida de Palas Atenea

El mochuelo la rama del olivo

luz de la razón la inteligencia.

Y es que hay veces que el que os escribe,  a puro leer versos, termina como aquel bizarro caballero, llamado Don Quijote, que empachado de textos, montó él un mal rocín y yo en ello congruente puesto a montar monté un mal soneto.