miércoles, 14 de agosto de 2013

Anda quien podía pensar que encontré una poesía

Que a un glaciar cantaba.

Vela del sol la luz  anubarrado

las olas rompen  en compactos hielos

y descienden de lluvia arroyuelos

frio cristal el aire desventado.


El ave que lamenta con gañidos

el hambre de su grey y sus polluelos

el tumbo de las olas sus bramidos

la falta del cardumen desconsuelo.


Se siente, otra vez crujir los hielos

y un monte ciclópeo invierno

cae al mar gigante rascacielos.


Sonando como aspro cañonazo

vacía una vez más esa marqueta

gigante cubitera  a cielo abierto.