sábado, 1 de junio de 2013

Hay veces que a uno le salen versos malos.



Ni siquiera tengo la certeza de si algo bueno escribí, pero no tengo inconveniente en publicarlo todo, por que si algun día llego al bien escribo. Se aprecie que no fue el azar, sino el trabajo lo que me llevo allí

Devuélveme el rosario de mi madre
 y todas aquellas cartas que escribí
con esa cantinela la Dolores
puso sin saberlo el arma en su sien.

Devuélveme en tiempo que te di
me voy a Filipinas con mi hombre
Nuestro amor es amancebamiento
en que nunca debimos consentir.

La bala perforó su sien derecha
a los pocos minutos de ella partir
no llegarían ni a la de Bailen.

que en el piso de la calle Santa Clara
Larra había dejado de existir.
mas ella embarcaba hacia la muerte
el barco que a Filipinas la llevaba
Allá en el cabo de Buena Esperanza
el naufragio fatal tuvo que sufrir.
Pero para esa fecha Zorrilla ya contaba
entre los vates de mejor sentir
que se dio a conocer con esos versos
Que comienzan así.
Ese vago clamor que rasga el viento
es la voz funeral de una campana;
vano remedo del postrer lamento
de un cadáver sombrío y macilento
que en sucio polvo dormirá mañana.