sábado, 1 de septiembre de 2012

El Oráculo del Pato

En el corral parecía que el día iba a ser como muchos otros. Solo el viejo ganso, que según algunos era mas viejo que el corral, le era dado discernir los días fastos y nefastos.
Por eso se le consideraban sumo sacerdote y oráculo de aquella ciudad de donde el averío era mayoría absoluta. Los pavos pulardas y palomas, las ocas los patos junto gallinas y las pintadas eran los habitantes de aquel espacio no mas grande de medio celemín. Cierto que también había conejos, algún gocho, y alguna vez en tiempos lejanos hubo población transeúnte de cabras ovejas, mulas y hasta algún caballo.
Pero esto era algo que solo el ganso, el viejo ganso, decía recordar. Pues bien era un día como otro en que el gallo había tocado a diana prematuramente.
Algo mas tarde, el trompetazo de un pavo el zureo de los palomos y el parpar de los patos anunciaba la entrada de el nuevo día. Y como de costumbre la visita de la tía María, que iba repartiendo por todo el corral las raciones de pienso ponía a los mas rezagados en su sitio.

Mientras repasaba los ponederos de las gallinas y pasaba revista a las cluecas. La tía producía extraños sonidos con su garganta y por la forma de moverse; el viejo ganso era capaz de predecir el futuro del conjunto y de cada inquilino en particular.
La visita a inquilinos e instalaciones no solía durar mas allá de quince minutos.

Alguna vez solía acorralar a alguna de las gallinas viejas con rapidez las inmovilizaba, les introducía el dedo por el ano el ganso no sabía el porque; pero si sabía que ese ejercicio repetido durante varios días terminaba muchas veces con la gallina hecha consomé.
Pero hoy era distinto, el gallo se había entretenido los últimos días en acosar a los pollos jóvenes, su instinto le decía que pronto tendría en ellos rivales algo que no podía, que no debía permitirse un rey del corral. Su cresta, sus espolones y el brillante traje que le vestían eran los signos de identidad del amo del cotarro. Ninguna gallina la resistía a sus encantos y hasta las pollitas soñaban hacerlo padre de sus huevos.
Lo cierto es que la tía, llevaba unos días acariciando el papo del gallo y después de esta operación le daba una puñado mas de grano.
Pero además aquel día María había llegado con una gran cesta tapada con un trozo de arpillera. Se metió en el aseladero, tomó hasta media docena de jóvenes pollos y los fue apartando en una cesta.

Todas estas manifestaciones tenían a la gallinería preocupada, tanto que enviaron al ganso una comitiva para consultar su oráculo. Llegados ante el hicieron una respetuosa reverencia y el comisionado habló así. ¡Oh excelsa sabiduría! ¡Oh océano del saber! Estamos aquí ante ti para pedirte humildemente nos expliques algo que nos tiene muy preocupados.
El ganso hizo un gesto de impaciencia, que intentó pareciera benevolente -cuanto le cargaban los retóricos huecos- e interrumpió, si creo que se lo que os preocupa. Seguro son los gestos y canturreos que la tía María os dirige desde hace unos días.
Pues bien no tenéis nada que temer, como bien sabéis, la vida en esta pocilga es breve. Pero después de ella hay otra, los canturreos de la tía María son indicadores de vuestra suerte futura. A las gallinas mayores les toca el culo ¿Verdad? Eso quiere decir que pronto serán ascendidas al cielo, su alma volará con el espíritu de un consomé que es algo excelso y todos terminarán alabando vuestra gloria.
Y a ti el gallo -que miraba con desasosiego. Tu nada debes temer gallo, has cumplido tus días como un gran macho no has dejado gallina ni pollita virgen y por eso te espera la gloria, serás llevado al palacio y allí alcanzarás el estado de divino varios humanos se sentarán en tono tuyo ensalzando tus muslos y pechugas.
¿Y mi hermano? Dijo un pollopera, se lo han llevado hoy en un cesto con otros cuantos, mientras la tía María decía algo así como canónigos canónicos no se...
Ah canónigos que excelente vida que le queda reservada a tu hermano y sus compañeros, será instruido en el desprecio del sexo, será un capón de canónigo seguro que dijo eso aprenderá la meditación y el silencio en un comedero repleto de los mejores granos... Y después cuando llegue su momento de iniciar la otra vida lo hará acompañado de cánticos que ensalzarán su gloria.
Dicho esto el gran ganso calló dando a entender con un gesto del pico que la audiencia había terminado.
Un pato joven, que se decía sobrino suyo, paso el cepillo de la limosna mientras abandonaban el rincón que servía de oráculo. Al volver puso delante del ganso un cumplido montón de diferentes granos. El gran ganso creyó percibir una mirada preocupada en su sobrino y su intuición le hizo preguntar ¿Que te pasa chico?
El joven pato tartamudeando dijo, tío tu siempre vaticinas el futuro en la otra vida pero a mi nunca me dices nada ¿Qué será de mi Eh! ¡Qué será de mi?
Ah hijo mio nada te preocupe tu en tu otra vida serás lo mas excelso que un pato puede ser, es mas ninguna de las otras aves alcanzará tu gloría TU SERAS FOÏE ALGO TAN DIVINO QUE MUY POCOS CONOCEN.
Un respingo de emoción recorrió el cuerpo del sobrino y anduvo todo el resto del día repitiendo ufano: Seré foïe, seré foïe, el mas alto honor reservado a un pato. 
Dario 1/09/2012