Eres la brasa que enciende mi deseo
la llama eterna en el ara de mis lares
la que incinera las hojas de mi otoño
y quema abrojos de otros desamares.
Miraré por tus ojos reiré tus risas
lloraré en tus pesares, mis desdichas
y seré contigo una sola cosa
en los días que me quedan en la vida
Eres el cuerno que llama a la batalla
y al fragor de la lucha día día
eres el bálsamo y eres la caricia
Eres el premio la paz y la esperanza
fuente eterna de dulces alegrías
y ante ti me hinco de rodillas.
Kasi