Proceloso aquilón que en la penumbra
nublando la razón de negro desvarío
de la noche del alma me emociona
turbando la paz interior en desafío
Combate interno entre debo y quiero
mundano deleite vuelto en moña
lucha a muerte entre el ser y el siento
torvo apetito de carne, de carroña.
Tus senos firmes la mirada clara
tus caderas ritmo asonancia grata
los labios graciosos en mohín de grana
No quiero manceba querida o amante
cónyuge deseo matrona romana
mas para lograrlo no tengo que darte
o no tengo gana o no valgo nada
Kasi