jueves, 9 de abril de 2009

Reivindico un beso...

Fue ayer, caminaba yo absorto en mis ideas, como de costumbre. Cuando una silueta conocida se interpuso en mi campo visual.
¡Hola Clara! Cuanto tiempo, y sin mediar mas palabras nos lanzamos a un protocolario beso.
Una mejilla y la otra que queda sin mi contacto algún día os contaré que es eso y porque.
A ver, si. Me había quedado con Claray su mejilla derecha esperando mi beso. Momento que aproveché para al mismo tiempo que continuaba el protocolo decir aquello de cuanto beso...

Y por aquello de no hay dos sin tres rematar el contacto con un beso en su boca... el tiempo justo para ella reconociera que era intencionado querido y voluntario. Al mismo tiempo que novedoso y transgresor.

Ella solo vaciló unos segundos, comprendió la carga sexual del beso, de -ese beso,- el tercero. Y aceptó la caricia en lo que tiene de significado.

Reivindico el derecho a besarte en la boca. A que tu me recibas, a que tu lo inicies. A que la próxima vez seas tu quien tome la iniciativa.

Un beso en la boca es un pacto, de que entre nosotros, existe un espacio para el roce íntimo, para compartir sentimientos, como solo se comparten en el lecho.

Un beso que nos desnuda y nos enfrenta sin violencia. Un beso que dice estoy aquí soy tuyo, tu eres mía, nada hay que ocultar entre nosotros. Seré tu fiel guarda tu compañero... seré lo que siempre he sido amigo leal sincero.

A Clara la conozco desde hace veinte... treinta años quizá... y por primera vez le he dado un beso en la boca íntimo sexual y tierno. Lo confieso.

Kasi