domingo, 1 de noviembre de 2009

Mujer como Atenea o viceversa



Aquellos que en la vida como sabios
huyeron de la dulce medianía
Siguieron tu mirada Atenea
dejando los vergeles de Afrodita.

Estoy aquí sin techo y sin cobijo

al tempero de tu voz dejo mi cuita.
Inerme desvestido y sin sonrojo
no es afrenta, amar la maestría.

Buscando de tus ojos la limosna
que con una mirada comprensiva
anuncie la caricia de tu boca
y tu lisonja esquiva.

Kasi
(No es casualidad que esta Atenea no tenga ojos) imagen
Gliptoteca de Múnich.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por haberme dado tú mano, sin más espacio que las pestañas entre tú y yo