jueves, 26 de febrero de 2009

La muerte de la sumisa

Dicen que murió una sumisa de la sala Moda de Yahoo. En sala solo se extrañaron de su ausencia. Algunos aun recordaban sus nalgas turgentes, y el gesto con que la pobre quería esquivar los fustazos de su amo.


Alguna vez alguien la nombró pero solo en privados. Bueno no exactamente, lo cierto es que le preguntaron al amo por ella. Pero solo con la idea de molestar. El decía haberla echado pero no era cierto se sentía abandonado y hundido en la miseria.

Lo cierto es que la sumisa murió, y fue llevada al tribunal de Yahoo ese que juzga la vida de los nicks una vez que han muerto.


Se la encontró culpable de falsedad, ella fingía ser sumisa para casarse con el amo. Además la fiel memoria central sabía de las muchas infidelidades que había cometido. En Deportes en Infidelidad. Por las salas de adultos.

Como buscaba el lucro pasional en ellas. El tribunal fue muy duro. La condena fue viajar eternamente por las salas de Yahoo. Sin poder parar nunca en una.

El departamento de penitencias y observación le cambio el nombre, ya no usaría mas ese nick que tantas pasiones había levantado. Ahora solo podría decir Hello, eso si en una especial concesión a su coquetería, el juez se le permitió usa una bonita letra azul cielo.

Tiempo después falleció el amo, no se sabe bien si de aburrimiento, de nostalgia, o simple inanición. Debía ser la sumisa quien guisaba. También fue sometido a proceso y condenado a la misma pena. Vagar eternamente por el ciberespacio diciendo hello hello.


Yo los vi ayer en la sala Moda, hasta me pareció ver un ligero temblor en sus letras. ¿Serán los dioses de la red tan perversos que no permitirán el reencuentro?

Ella es atawni_10008# él pnema_noinnejdl069#.

Ella dijo Hello... el contestó Hello y rápidamente, salieron de la sala. Dejando tras de si el eco Hello...Hello...Hello...Hello Hello... Hello Hello... Hello Hello...

Kasi


1 comentario:

Anónimo dijo...

Los calamares poseen dos branquias, y un sistema circulatorio cerrado asociado formado por un corazón sistémico y dos corazones branquiales.

Sus tentáculos musculados están dotados de ventosas, y si se arrancan no pueden volver a crecer. Los calamares pueden camuflarse en el medio con gran facilidad para evitar a sus depredadores.

También tienen unas células llamadas cromatóforos en su piel que otorgan al calamar la cualidad de cambiar de color en caso de sentirse amenazados, estrategia que combinan con la expulsión de la tinta que producen. Su concha es interna, a diferencia de otros animales similares, como el pulpo, que carecen de ella; y está formada por una pieza delgada y plana unida a su cuerpo. Disponen de un órgano llamado hipónomo, que les permite moverse al expulsar agua a presión.

La boca del calamar está equipada con un pico afilado, que utiliza para matar y despiezar a sus presas en trozos manejables. En los estómagos de muchas ballenas capturadas se encuentran picos de calamares, ya que son la única parte de este animal que no se puede digerir. La boca del calamar aloja a la rádula, una especie de la lengua común de todos los moluscos a excepción de los bivalvos y los aplacóforos. El calamar es exclusivamente carnívoro, alimentándose de peces e invertebrados, que capturan con dos tentáculos diferenciados de mayor longitud. Son voraces, de movimientos muy rápidos y con un crecimiento muy acelerado; pueden llegar a ser muy abundantes en algunos mares. La mayoría viven un año, y mueren después de desovar, aunque algunas especies gigantes pueden vivir dos o más años.

La mayoría de los calamares no miden más de 60 cm, aunque los calamares gigantes pueden medir hasta 13 m. En 2003, se descubrió un individuo de una especie abundante pero muy poco conocida, Mesonychoteuthis hamiltoni; los individuos de esta especie pueden llegar a medir hasta 14 metros, convirtiéndose así en el invertebrado más grande del mundo, y poseedor del ojo más grande del reino animal. Los calamares gigantes están muy presentes en la literatura y el folclore tradicional, en la mayoría de los casos asociados a terribles ataques.